miércoles, 4 de noviembre de 2015

¿Qué hay después de la Fase de Implementación de Sistemas?

Cuando en un proyecto de Sistemas Informáticos  llega a la fase o etapa de implementación, se considera que se ha alcanzado un gran logro.  Sin embargo, se puede decir que es en este momento en el que entramos a desarrollar tareas críticas, que al igual que las fases anteriores, pueden ejercer una importante influencia en la culminación exitosa o no del proyecto.

Ya sea que se trate del remplazo de un sistema por otro, una mejora a un sistema existente, el desarrollo de un nuevo módulo, etc., nuestro nuevo sistema debe poder tener acceso a la información manejada por el sistema actual.

Por lo general en esta etapa, se suelen correr los sistemas en paralelo.  El nuevo sistema junto con el actual, para cotejar resultados, verificar el comportamiento en situaciones de operaciones reales, e inclusive puede utilizarse como entrenamiento y aprendizaje en su uso regular por parte de los usuarios finales.

El verificar los resultados que se están obteniendo entre ambos sistemas es una tarea que regularmente se suele ejecutar.  En el diseño de sistemas, se contempló esta actividad estableciendo, la forma como se ejecutaría, el tiempo que duraría, así como los resultados que se estarían comparando entre el sistema actual y el que entrará pronto en operación, entre otros puntos.

La organización, conocedora de sus procedimientos y de la información que utiliza, está encargada del proceso de utilización y verificación de los resultados.   Son ellos los que rápidamente pueden detectar si existe alguna anomalía o discrepancia en los resultados que se están obteniendo.  Los encargados de desarrollo le dan seguimiento a la información que se está obteniendo con el fin de actuar lo más pronto posible, cuando así se requiera.

Si el proyecto informático representa una mejora al sistema actual o una nueva funcionalidad, entonces se entra directamente a una integración entre la aplicación actual y lo nuevo que se ha desarrollado y se desea poner en funcionamiento.

Nuevamente, es la organización la que está mejor capacitada para corroborar los resultados que se están obteniendo y es en la etapa de diseño de sistemas en donde el Analista o Ingeniero de Sistemas ha establecido como se estaría llevando a cabo la integración entre ambos sistemas.

La actividad de verificación de datos, también conocida como validación de resultados, no es una actividad que se ejecuta al azar.  La misma es producto de una planificación en donde se ha establecido previamente que es lo que se desea medir, que datos van a ser utilizados para medir y en qué etapa del procesamiento de información se estarán realizando dichas mediciones.

Un error muy grave sería sentarse a verificar los datos al final del proceso, sin haber tomado en cuenta todo el ciclo de procesamiento de los mismos.  El objetivo es poder identificar o aislar, con rapidez, posibles focos de conflictos.  De esta manera si se presenta algún problema, es mucho más corto el tiempo empleado para encontrar donde está la falla y así lograr aplicar la solución definitiva que la corrija.

Finalizado el proceso de evaluación, si los resultados son exitosos, se procede a la puesta en marcha, producción u operación del sistema.  Es en este momento en donde el mantenimiento y el soporte inician sus tareas.

El mantenimiento se lleva a cabo para hacer correcciones a errores que surjan con el uso diario del sistema y que anteriormente no habían podido ser detectados, así como también para hacer mejoras y adecuarlo a las situaciones cambiantes de la organización.

Esta tarea se estará realizando mientras se cumpla el ciclo de vida establecido para el sistema.  Con el tiempo se requerirá que se invierta cada vez más tiempo en tareas de mantenimiento debido a los cambios en la organización, así como en las adecuaciones necesarias en materias de seguridad y ajustes de actualización de sistemas operativos y otros componentes, que pueden afectar el normal funcionamiento del sistema.

Las tareas de soporte, suelen iniciar poco antes de que el sistema entre en operación.  Las mismas suelen estar asociadas en brindar ayuda a los usuarios en el uso de las diferentes opciones del sistema, así como capturar o detectar posibles anomalías en el funcionamiento de algunas funcionalidades del mismo.

Estos hallazgos son comunicados a las personas responsables para que el personal de Tecnología evalúe la situación, investigue las posibles causas y aplique las soluciones pertinentes.

La labor de soporte es de suma importancia pues se encuentran en contacto directo con los usuarios durante sus actividades diarias, conociendo de primera mano el momento y las situaciones en las que se presentan inconvenientes, que son informados para ser atendidos, ya sea que estos incidentes sean de carácter temporal o requiera de alguna atención especial.

En algunas ocasiones, estas labores de soporte son realizadas por compañías externas a la organización.  Esta actividad conocida como outsourcing, permite a la organización centrarse en otras actividades que les son de mayor productividad.

Cuando el soporte es realizado vía outsourcing, es importante que se defina el rol de la compañía que ofrece el servicio, sus responsabilidades, los canales de comunicación con la organización, así como el procedimiento para transmitir información y los tiempos de respuesta hacia el usuario.

El objetivo es que la organización no se vea afectada y que para ella sea transparente quién está encargado de brindar soporte en el funcionamiento del sistema.

En algunas ocasiones, las tareas de soporte y mantenimiento se complemetan, pues una le sirve de insumo de información del acontecer diario que la otra utilizará para establecer prioridades y planes de acción.